«No creía en mí’: Diane Kruger confiesa que Tarantino no la quería en ‘Malditos Bastardos’ – Noticias de cine


Cargada con una mente abierta y mucha curiosidad, explora cualquier documental, película, serie y miniserie que empiece a hacer ruido.

La actriz relata el difícil proceso que fue convencer al director de que era perfecta para el papel de Bridget von Hammersmark.

Diane Kruger se merece el premio a la perseverancia después de haber confesado lo mucho que se esforzó para convencer a Quentin Tarantino de que era perfecta para Malditos Bastardos. El director no la quería en la película, pero ella trabajó para hacerle cambiar de idea y, finalmente, se hizo con el papel de Bridget von Hammersmark. 

En un reciente episodio del podcast Reign with Josh Smith, la actriz alemana ha contado con todo detalle y sin tapujos su peculiar proeza con el mítico director de Pulp Fiction y Kill Bill. Todo empezó mal con él sin que hubiesen intercambiado ni siquiera una palabra. No quería hacerle una prueba porque no era fan de sus películas, pero ella estaba dispuesta a encontrarse con él.

No quería que hiciera una audición porque vio una película en la que aparecía y no le gustó. No creyó en mí desde el principio. Literalmente, la única razón por la que se citó conmigo fue porque no quedaba nadie para audicionar

La intérprete no desvela cuál fue la cinta que casi le cuesta la oportunidad de trabajar con Tarantino, pero si echamos un vistazo a su filmografía es fácil darse cuenta de que no está en sintonía con el tipo de cine que consume el cineasta. No nos lo imaginamos viendo las aventuras National Treasure o la comedia La edad de la ignorancia, dejando a un lado que sean buenas o malas películas.

Kruger no aceptó un ‘no’ por respuesta. Se subió a un avión y se presentó donde se encontraba Tarantino para forzar una reunión. «Pagué mi propio billete de avión de Nueva York a Alemania porque no quería verse conmigo en Estados Unidos», relata la actriz, que reconoce que cogió el toro por los cuernos para demostrarle su valía. «Pensé: ‘¿Sabes qué? ¡Qué le den! Voy a demostrarle que puedo hacerlo’. Afortunadamente, todo salió bien, pero a veces es algo injusto y tienes que cambiar la narrativa», concluye.

Esta proeza no solo sirvió para que la actriz ganase en seguridad y confianza, ella misma reconoce que Tarantino aprendió la lección de no poner a la «gente en cajas» y borrar ciertos prejuicios de su mente. Aunque el cineasta es experto en ver el potencial de los actores -relanzó a John Travolta tras una mala época, al igual que hizo con Daryl Hannah-, se equivocó al juzgar a Kruger, quien interpretó a una actriz alemana al servicio de los aliados.

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